Cinco avisos para P.G.

Adolfo Barberá

En el catálogo Todo será
ISBN: 84-9769-075-3
17/02/2004
Un hábil lector de Góngora se refirió a su poesía como “tela de luz”. El 10 de agosto de 2003 escribiste en un Diario trunco que nunca vio la luz: “Barajo las libretas repletas de dibujos buscando el objeto de mis desvelos. Desvelo. Tela de luz.”
¿Qué es la tela de luz?
30/08/2003
La fotito de Pynchon, angelical y ya viciado, como buen adolescente
La fotito de Chirico, un poco comediante, un poco viajante
PG,
Disculpa por la perorata del otro día, tridentina, voraz, mi demostración –implacable e imperfecta– de que Tuymans es un pintor católico – no sólo porque es flamenco. Me hubiera gustado terminar con este asunto.
Preeminencia del dibujo, del acto de dibujar como algo necesario y, sobre todo, previo a la pintura.
Uno imagina que cualquiera hace dibujos, hasta yo: mi dibujo, que nunca viste, de los pies saliendo por encima del borde de la cama. Uno cree que otro hace dibujos para guardar “ideas”, “imágenes”, “figuras”, “situaciones”, como esos escritores que apuntan, sin cesar, escenas y escenas, imágenes y más imágenes, con las que luego darán cuerpo y “rellenarán” sus historias. Uno guarda y revisa esas imágenes porque piensa, porque cree (con un dejo de superstición) que ahí hay “algo”, ¿algo de él mismo?, quién sabe, ¿una verdad?, ¿la “verdadera verdad”, como escribías tú?
O más vulgarmente: uno guarda esos apuntes porque “de ahí puede salir algo”, o porque la “imagen” es “interesante”, o, mejor aún, “hermosa”. Porque sin ella no sé, no puedo escribir, no puedo pintar. Con la edad y el hábito (y la repetición) uno descubre que su “superstición”, esa tontería, le ayuda, le permite producir algo, un cuadro, una novela, una historia, algo.
Tu modelo es el dibujo. Yo diría, tu límite. Dices: “yo no pinto del natural”. Mi “árbol” es una imagen, una figura, una idea de forma, pero no un “árbol”. Gordillo tomaría una fotografía del árbol, la fotocopiaría, la digitalizaría, la sometería a un proceso de impresión en dos tintas: una butanita y la otra cromita, sólo entonces… la pintaría.
La pregunta a propósito de Vázquez Siruela mantiene toda su vigencia: ¿qué es la “tela de luz”?
PG: miras el dibujo, y (para no perder tiempo, para no derrochar el tiempo, para ahorrar recursos, lo que dice ya bastante sobre la economía del proceso) te aferras a él. Tú tampoco tienes “árbol” (ni, como el López de Erice, un “membrillo”), tienes un dibujo, esa es tu fortuna.
Y es, a veces, como si se le abriese una clarísima puerta y por ella viese a manera de un relámpago, cuando en una noche oscura súbitamente esclarece las cosas y las hace ver clara y distintamente y luego las deja a oscuras, aunque las formas y las figuras de ellas se quedan en la fantasía; lo cual en el alma acaece muy perfectamente, porque de tal manera se quedan en ella impresas aquellas que con el espíritu vio en aquella luz, que cada vez que advierte las ve en sí como las vio antes –bien en sí como en el espejo se ven las formas que están en él cada vez que en él se miren–; y es de manera que ya aquellas formas de las cosas que vio nunca jamás se le quitan del todo del alma, aunque por tiempo se van haciendo algo remotas.”
14/08/2003
Me digo: ¿Hasta qué punto hay que dejar pistas? Suena Pavement, el Padre Chavala, how can I make my body shed for you: nada la cubre, cubre la nada, definición de la imagen. ¿O es sólo algo (¿un antifaz?) que hace aceptable, que de algún modo humaniza el horror?
Aquí, desde el mundo civilizado de las buenas maneras y de las enguantadas coces, contemplo fascinado el strip-tease: se desploma el voladizo de la fascinación y sólo queda entonces el espacio calcinado. Desaparece el pretexto de una atracción, de una ceguera asistida. Teoría del señuelo antes de llegar a la imagen.
13/08/2003
“Colorado” quiere decir: rojo y no “que tiene color”, es decir que el rojo, el naranja, el azafrán, el minio, los colores del capitán BUT, son el color, son color-ados. Rojo es color. Color es rojo. Verde no es color. Azul no es color. Rojo. Color. O-O. Con “r”.
En tu paleta oleosa de pintor, el cromo está muy presente: cromato de plomo, de bario, de zinc. (Por cierto, que hace siglos te sugerí, y seguro que no lo has hecho, leer aquel texto que publicó Luis Gordillo en el catálogo de una retrospectiva, “El superyo congelado”, creo. Relata Gordillo cómo combatió la “esquizofrenia del color”. Me parece que no se puede escribir sobre el color sin haberlo leído.)
Esa es la parte física del “cromo”. También está la parte trentina, católica: las estampitas (de la Virgen, de la Madonna), también llamadas “cromos” porque así las bautizó el editor/impresor italiano que empezó a popularizarlas en el siglo XIX en un momento en que el negocio de la imagen religiosa se adaptó (como todo) a las nuevas exigencias de la incipiente sociedad de masas (y a las nuevas tecnologías: reproductibilidad técnica).
12/06/2003
Proyecto de cuadro: el Fire Drill de Buenos Aires: Cama a la izquierda, vista con un ligero escorzo. Sobre el borde de la cama, sobresalen los dos pies de un cuerpo casi inerte, un tanto rígido. El cuerpo está vestido de negro. Asoman unas pantorrillas muy blancas. Es un cuerpo no dañado por el sol [casi cae baba del rostro aindiado, ligeramente]. Esta historia sigue su curso críptico, medio oculto, imperceptible. Ese velo, no sé nombrarlo, ¿tela?, esa cosa da una cierta consistencia a la historia.
Catálogo Todo será

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