Todos hablan de Neo Rauch

Neo Rauch
CAC Málaga. Centro de Arte Contemporáneo de Málaga

Paco de la Torre

Arte10.com
Agosto de 2005
Número (ID): 188
ISSN: 1988-7744
Neo: se hace el silencio y comienza la acción. Conocidas y sin embargo incomprensibles, del modo mas armonioso se suceden las imágenes pintadas. Uniformados ante una realidad informe. La incestuosa relación espacio tiempo es la coartada tras la que se esconde una aparente normalidad. El fragmento sintoniza en el pentagrama, provocando loops que hacen que brille la melodía. Cielos blancos como en las fotografías alemanas. Cielos rojos interrumpidos por claros blancos. Cielos mas montañosos que el horizonte. Y a cara de perro. El enigma peludo, la bestia negra, con ojos de peluche, como dos botones de nácar cosidos al rostro, nos interroga explícitamente. La pregunta vuela en el aire. Escala, fuera de escala y de época. Los modales alterados en su rutina, repetidos tantas veces. El realismo impide el quiebro. Como campos de la verdad de otro tiempo, se sucede la justicia. La casa destripada nos muestra su actividad. La producción tan pronto roja, al tiempo azul. Los muros desaparecieron, relativamente. Bocadillos mudos, carpantas claros. Signos de los planes, silos de los males. Las deformaciones sobreviven hiperrealista, con sus brillitos intermitentes hipnotizan y olvido. Setas gigantes y barqueros que renuncian a pronunciarse. La apertura lo muestra todo, un pasado armonioso e inocente, el “otro tiempo”. Los neones terregosos irrumpen en la escena anunciando un descanso, el reposo para un acertijo. Los soldados son de otra época, literalmente. Juguetes y cañones metafísicos divierten a un público entregado. Cuanto mas inocente mas peligroso. El bate espera la salida de la cabra. Cielo negro para el paisaje nevado, inventario, arqueología de un pasado socialista, museable. Y Bonet descubre que son las tripas de la pintura lo que estos estudiantes están arrojando al público, desde un dormitorio donde agoniza el pintor. Todo se derrite a la manera daliniana, de nuevo Einstein asoma su lengua. Las construcciones historicistas y futuristas conviven sin túnel del tiempo, provocando alteraciones genéticas. Nubes de árbol, fusilamientos tras la tapia. Coloristas combatientes caídos en el campo de batalla. Maletines que ya no contienen. Las muestras de minerales y otros materiales escolares nos anuncian que la lección ha terminado.