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La pintura como paraíso perdido
Luis Gordillo
Artium
Paco de la Torre
Arte10.com
Agosto de 2014
Número (ID): 444
ISSN: 1988-7744
Luis Gordillo presenta una selección de más de 60 piezas donde destacan los trabajos de gran formato realizados en este siglo bajo el título de XXL/XXI.
“Estoy viviendo la vida de Luis Gordillo”1. Esta nota del propio Luis Gordillo, sacada de su libreta verde donde se recogen diez años de apuntes caligráficos, nos pone en situación y apunta al carácter autobiográfico de su obra. Con apuntes como éste: “En cada cuadro enterraba un muerto”, logra hacernos zozobrar como lo hace su pintura desde los años 1960.
Gordillo es un especialista en cócteles. Su mezcla de ironía y lucidez adquiere su máxima expresión en los títulos, tanto de obras como de exposiciones. Citemos la celebrada en el MACBA, Superyo congelado, la del MNCARS Iceberg tropical o la que ahora se presenta en Artium XXL/XXI. Una exposición donde se recogen obras de gran tamaño creadas en el nuevo siglo, sin llegar a la talla XXXL, imaginamos que para evocar la rima espejada en la grafía. Dos datos que inciden en la obsesión del pintor por posicionarse en la historia. Gordillo, en el vídeo de presentación de la exposición, declara que: “Mientras que otros llegan a un estilo y lo desarrollan, yo estoy continuamente cambiando”. A sus ochenta años, el pintor sigue demostrando su poder enfrentándose a piezas de cinco metros y reformulando su trabajo.
Desde su inclusión en la Nueva Generación2 por Juan Antonio Aguirre junto a Barbadillo, Asins, Alexanco o Yturralde, Gordillo ha sido un referente esquivo. Por eso, resulta extraño hablar de la influencia de Gordillo como figura esencial de la pintura española, a pesar de los reconocimientos oficiales como la concesión del premio Nacional de Artes Plásticas en 1986, la medalla al Mérito de las Bellas Artes en 1996 o el Premio Velázquez en 2007. Gordillo decidió apostar por una carrera de fondo en solitario, encargándose personalmente de desactivar el desarrollo del Gordillismo, en su propia obra y en la de los demás. A pesar de ello, podríamos destacar varios momentos históricos en los que se han producido fructíferos encuentros con movimientos emergentes. Nos referimos a los casos de la Nueva Figuración o el Neopop madrileño, y a su particular relación con el artista Daniel Verbis.
Jaime Aledo fue el primero en profundizar en las relaciones entre Gordillo y la Nueva Figuración madrileña en su Tesis Doctoral3, investigación dirigida por Francisco Calvo Serraller en los años ochenta. Como miembro del grupo, Aledo se preocupó por conceptualizar el fenómeno Gordillo y definir la influencia ejercida sobre ellos: “En esos primeros años, coincidíamos con él en la singular e irónica sensación humorística que rezumaban los cuadros, de origen pop, conseguida mediante la utilización de temas insólitos y un uso del color muy desenvuelto”4. Pero a pesar de que Gordillo, como manifestaba recientemente con cierta ironía, era el “maestrito” -más o menos discutido- de aquel grupo, pronto rompería estos lazos. Sus obras monocromas expuestas en la galería Vandrés de Madrid provocaron las recriminaciones del grupo que pensaban que su planteamiento de inicios de los setenta “tenía que ir a misa y que aquello no debía cambiar”, pero eran ellos los que parecía que “habían llegado a aquella estética para quedarse más tiempo”5.
Por otro lado, Aledo también ha señalado que Gordillo fue un pionero en trabajar en un contexto post-pop6, lo que nos lleva a establecer otro punto de referencia para el llamado NeoPop Madrileño. La artista Elena Blasco señalaba que cuando estaban empezando: “los jóvenes que queríamos ser artistas lo teníamos claro: si comíamos Gordillo, cagábamos Gordillo…, así que no despreciábamos la ocasión de ver lo que pensaba, lo que decía o lo que estaba haciendo”7. Blasco y Gordillo, junto al Colectivo Estrujenbank, Libres Para Siempre, Patricia Gadea, Juan Ugalde, Jaime Aledo, Guillermo Pérez Villalta, Manuel Quejido, Carlos Alcolea, Carlos Franco y Rafael Pérez-Mínguez formaron parte recientemente del proyecto Derivas de la Nueva Figuración madrileña8, donde Almudena Baeza comisarió la muestra Conexiones: de Libres Para Siempre a Gordillo y al revés (una historia posible del Neopop madrileño). Baeza basaba la conexión entre Gordillo, la generación de LPS y “las varias camadas de creadores neopop que median entre ambos” a la “idea gordillista” de “aparear vanguardia y arte popular, tomando de una un formalismo estricto y de otra una paleta jugosa y una actitud humilde y abierta para pescar en otros territorios que no son el arte”9.
Para cerrar este breve apunte sobre las influencias de Gordillo en el arte contemporáneo español, citemos la relación que establece con el artista Daniel Verbis. Un interés mutuo que se representó en el combate de boxeo reproducido en las cubiertas del catálogo de su exposición conjunta dentro del ciclo Relevos10, donde se incluye una interesante conversación entre ambos. Gordillo siempre ha estado atento a la aparición de artistas emergentes, especialmente desde su participación en el jurado de importantes concursos de pintura estatales, como el del premio L’Oreal o el premio ABC. Pero si Gordillo invitó en aquella ocasión a Verbis, Verbis quizás sea el investigador que mejor ha sabido adentrarse en el mundo Gordillo como demostró en su texto “Devenir Gordillo”11, una de las aproximaciones más emocionantes y reveladores de los dedicados al pintor y su obra. Destaquemos del ensayo las conexiones que establece entre Gordillo y las vanguardias a través de lo que denomina Cubismo Orgánico, o el posicionamiento como bisagra entre el Surrealismo de cortacircuitos y el de pulsiones.
Pero Gordillo persigue, como hemos señalado, una reactualización continua de su trabajo al tiempo que sedimenta todo su bagaje en un estilo que no lo es, donde todo está sintetizado. Él mismo, en el video12 de presentación de la muestra XXL/XXI, vuelve a señalar su ascendencia que la sitúa entre la abstracción europea y el espíritu Pop. Pero sobre todo, han sido los medios de reproducción –y la técnica del collage– los que han sacudido con más fuerza los cimientos de su pintura: “La foto ha intervenido solo en ciertos periodos y como instrumento transformador de lo pictórico, revertiendo los resultados al material de donde había surgido”13. Si en la década de los años 1970 la foto actuó como neutralizador de pinturas “obsesivamente problematizadas al nivel del color”, lo que el propio Gordillo definió como esquizofrenización del color, en las obras que se exponen en Artium se aprecia la intervención del ordenador y el collage digital. José Jiménez relata el proceso seguido en series como Contraespejos (2013) o Aparición-Lágrima (2013), donde los estratos de la imagen se elaboran digitalmente: “Los componentes expresivos iniciales: dibujos o células pictóricas, cuadros pequeños, fueron fotografiados y después transformados, reelaborados, en el ordenador. A continuación, otra reelaboración: cortar y pegar elementos y componentes. Tras ello, con los materiales así ensamblados, se realizan impresiones digitales en gran formato. Y, finalmente, sobre esas impresiones se hacen nuevas intervenciones pictóricas”14. David Barro también ha hecho referencia al proceso de “desdoblamientos desdoblados” con los que Gordillo se propone estirar la pintura, “quitarle las arrugas aunque esa paradójica cirugía se concretice en base a pliegues”15.
El proceso creativo y la documentación del mismo, también han adquirido a lo largo de los años una mayor presencia en las exposiciones de Gordillo. En la celebrada en 2010 en la Galería Salvador Díaz, el pintor expuso junto a la obra titulada Blancanieves y el Pollock feroz de 1996 una serie fotográfica compuesta por 73 fotografías fechadas en ese mismo periodo donde se recoge el proceso de creación del cuadro. No podemos dejar de establecer una relación entre esta iniciativa y, por ejemplo, las fotografías que Hans Namuth tomara de Jackson Pollock en pleno proceso de action painting en la década de los años 1950. Deberíamos estar atentos, Gordillo podría estar preparando una nueva relectura de su trabajo volviéndose a reposicionar a la vanguardia.
1 Gordillo, Luis, Little Memories, Sevilla, Los sentidos, 2009.
2 Aguirre, Juan Antonio, Arte último. La «Nueva Generación» en la escena española. 1969, Madrid, Ediciones del Umbral, 2005.
3 González de Aledo Codina, Jaime, Luis Gordillo y la figuración madrileña de los setenta, Madrid, Editorial Universidad Complutense.
4 Aledo, Jaime: “Ideas bien planchadas”, Arte y Parte, nº 81, Santander, Junio-Julio, 2006.
5 Gordillo, Luis, “Sobre Payseyes”, en el catálogo de la exposición Luis Gordillo. Superyo congelado, Barcelona, MACBA, p. 115.
6 Aledo, Jaime: “Ideas bien planchadas.
7 Marín-Medina, José, “Gordillo versus Verbis”, Madrid, El Cultural, 26-09-2002
8 De la Torre, Paco (Ed), Derivas de la Nueva Figuración madrileña, Valencia, Firedrill, 2012.
9 Baeza, Almudena, “Conexiones: de Gordillo a Libres Para Siempre y al revés (una historia parcial y subjetiva del Neopop madrileño)”, en De la Torre, Paco (Ed.), Derivas de la Nueva Figuración Madrileña, p. 68.
10Relevos: Gordillo-Verbis, Valencia, Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad, Obra Social Caja Madrid, 2002.
11 Verbis, Daniel, “Devenir Gordillo”, en el catálogo de la exposición Luis Gordillo. Iceberg Tropical, Madrid, MNCARS, 2007, pp. 226-243.
13 Gordillo, Luis, “Fotos: Procesos y transformaciones” en el catálogo de la exposición Luis Gordillo. Superyo congelado, p. 73.
14 Jiménez, José, “La espiral de la imagen”, ABC Cultural, nº 1.136, 18 de abril de 2014, pp. 18-19.
15 Barro, David: “Luis Gordillo y sus deformaciones sin moverse del sitio”, en el catálogo de la exposición Luis Gordillo. Archipiélago, La Caja Negra, Madrid, 2009.